Odocoileus hemionus
El ciervo mulo es un gran ícono del oeste americano. Su nombre proviene del gran tamaño que presentan sus orejas, las cuales recuerdan a una mula.
Subespecies
El número de subespecies pertenecientes al Odocoileus hemionus es un tema de debate, pero se reconoce la validez de 10 de ellas, incluidos los ciervos de cola negra.
- Odocoileus hemionus eremicus
- Odocoileus hemionus californicus
- Odocoileus hemionus hemionus
- Odocoileus hemionus cerrosensis
- Odocoileus hemionus fuliginatus
- Odocoileus hemionus sheldoni
- Odocoileus hemionus inyoensis
- Odocoileus hemionus peninsulae
- Odocoileus hemionus columbianus
- Odocoileus hemionus sitkensis
Anatomía
Es un ciervo de tamaño mediano con un pelaje que se observa entre marrón, gris y rojizo en algunas partes del cuerpo. Poseen una mancha trasera de color blanco o crema que contrasta con el resto de su cuerpo y la punta de la cola negra. El contorno de los ojos, la garganta, el interior de las orejas, parte del hocico y la cara interna de las extremidades están cubiertos de pelaje blanco.
Esta especie no posee dientes superiores, solo un paladar rígido.
El dimorfismo sexual es visible en el tamaño corporal y en el desarrollo de astas en forma de U y con múltiples puntas que solamente crece en los machos. Ellos tienen una longitud de la punta de la nariz a la cola entre 1.2 y 2 m y un peso de 55 a 150 kg, con ejemplares enormes de poco más de 200 kg. Las hembras por su parte, son más pequeñas y se mantienen entre los 43 y 90 kg.
Como dato curioso, el ciervo mulo no posee dientes superiores, solo un paladar duro. La parte inferior sí contiene piezas dentales.
Sus sentidos están muy bien desarrollados, especialmente los del oído y olfato. Tienen un olfato hasta 1,000 veces más fuerte que el humano y pueden oler a un intruso desde un km de distancia en áreas abiertas con el viento en su contra. También detectan cuerpos de agua hasta dos metros bajo tierra.
En cuanto a su vista, logran observar movimientos de sus depredadores desde una distancia de 600 m pero no suelen identificarlos si los atacantes permanecen inmóviles. La separación de sus ojos les permite tener una vista de 360 grados y tener una eficiente visibilidad durante la noche, aunque durante el día la visión del color no es muy precisa.
Tienen un olfato hasta 1,000 veces más fuerte que el humano.
Distribución y hábitat
Originalmente son exclusivos de América del Norte. Abarcan desde Alaska, atravesando el oeste de Canadá, las llanuras y montañas rocosas del oeste de los Estados Unidos y noroeste de México.
Algunos lugares específicos con presencia de ciervos mulos son Alberta, Yukón, Montana, Nebraska, Texas, Dakota del sur, Chihuahua, Sonora, Baja California y Tamaulipas. Fueron introducidos algunos ejemplares a Argentina.
Viven en bosques templados, zonas montañosas, campos abiertos como praderas y sabanas, así como también en matorrales, zonas desérticas y semidesérticas.
Comportamiento
A diferencia de otros cérvidos, los ciervos mulos muestran poco temor a la presencia humana, por lo que no huyen de una manera tan pronta como los demás, pero sí se mantienen alerta ante sus depredadores más peligrosos. Para escapar pueden saltar a 60 cm de alto y tan lejos como 4.5 m. No son rápidos como los ciervos cola blanca (Odocoileus virginianus) pero sí tienen más agilidad que ellos para moverse ágilmente en terrenos accidentados.
Se comunican a través de señales químicas como la orina y por medio de vocalizaciones.
Suelen realizar pequeñas migraciones con relación a las estaciones del año, ocupando elevaciones más altas durante el verano y más bajas en el invierno.
Alimentación
Las plantas arbustivas comprenden alrededor del 73% de su dieta.
Su dieta incluye ramas, hojas, malezas y arbustos leñosos. Son selectivos con el alimento que van a ingerir, pues por lo general no eligen las plantas con poco valor nutritivo; ellos prefieren comer menos pero con mejor calidad. Son rumiantes pero no pueden digerir con facilidad cierto tipo de plantas fibrosas a diferencia de otros cérvidos, y por ello se cree que son tan cuidadosos a la hora de comer.
Observaciones realizadas en algunos parques nacionales indican que las plantas arbustivas comprenden alrededor del 73% de la dieta de este ciervo.
Reproducción
Tienen un sistema de reproducción polígamo. Un macho dominante permanece con una hembra hasta que termine su época de celo o llegue otro a desplazarlo. Como primeras advertencias, los machos muestran su autoridad por medio de posturas y movimientos corporales, pero se vuelven agresivas batallas de astas si ambos insisten en quedarse en el territorio.
El período de gestación dura alrededor de 200 días y los cervatillos son escondidos entre la vegetación para evitar ser vistos por los depredadores. Casi siempre en los primeros partos nace una cría, pero posteriormente es común la llegada de dos.
Amenazas
Estado de conservación: Preocupación Menor.
Su estado de conservación es de “Preocupación Menor”. Dentro de sus amenazas naturales más comunes están los coyotes, pumas, linces, águilas reales y osos negros, pero también la caquexia crónica, (CWD, por sus siglas en inglés Chronic wasting disease) una enfermedad del sistema nervioso que ataca a algunos cérvidos, ocasiona una alarmante pérdida de peso a nivel crónico, comportamientos anormales, y desde luego, la muerte. No se sabe con exactitud qué lo ocasiona.
La caza furtiva y la alteración de su hábitat son otros problemas que tienen que enfrentar en la actualidad.