La relación entre ciervos y seres humanos mantiene aspectos positivos y negativos. Por un lado, las problemáticas acerca de su sobrepoblación y caza genera opiniones divididas en la población; por el lado contrario, se continúan creando planes de conservación y lugares adaptados para su desarrollo sin disturbios.
Caza
Matar venados para su venta o consumo es un acto ilegal en algunas partes del mundo, pero en otras regiones está permitido bajo permisos especiales otorgadas por el gobierno.
En algunos lugares de México la matanza de ciervos o venados se hace de manera ilegal, especialmente durante la llegada de festejos tradicionales religiosos en honor a algún santo.
Continuando con México, centros de investigación han expuesto que consumir carne de especies de ciervos con sobrepoblación, puede traer repercusiones positivas, tanto ambientales como económicas. Además afirman que este tipo de carne es mucho más saludable que la del cerdo o res. El reto de esto, es encontrar el equilibrio para hacer de esta actividad algo viable y al mismo tiempo amable con la naturaleza.
No se debe subestimar la reacción de ningún animal salvaje por más tranquilo que parezca.
Accidentes por descuido
La etapa de celo convierte a los nobles ciervos en animales muy impredecibles y hasta peligrosos para cualquier persona. No se debe subestimar la reacción de ningún animal salvaje por más tranquilo que parezca. El hecho de estar frente a una criatura herbívora no significa que deba pasarse por alto cualquier precaución.
Los pocos ataques registrados de ciervos hacia humanos son más que nada por descuidos y desinformación. Estos mamíferos no representan un peligro para el hombre si conocemos un poco más sobre su ciclo de vida y los cambios en su comportamiento.
En 2013 se halló el cuerpo de un hombre que presentaba múltiples heridas, todas ellas provocadas por el ataque de un ciervo. Las investigaciones indicaron que el estado de ebriedad en el que se encontraba lo hizo elegir el camino equivocado hacia su hogar, dirigiéndose a un lugar repleto de ciervos en su temporada de celo.
Otro incidente ocurrió en el zoológico de Mexicali, Baja California en México. Cumpliendo con el trabajo que realizaba desde hace 12 años, un empleado fue atacado justo al momento de dar la espalda a un ciervo rojo macho de 190 kg de gran cornamenta. El problema fue que no tuvo las precauciones necesarias para ingresar a esta área, pues era la época de celo de los ciervos, lo que significa que los machos se vuelven territoriales y extremadamente agresivos.
Accidentes carreteros
La creciente urbanización ha invadido poco a poco el hábitat natural de numerosas especies. Probablemente hayas visto alguna vez un animal muerto por atropellamiento, ya sea en alguna calle o sobre la carretera. Perros domésticos, gatos, serpientes, zarigüeyas, y otro tipo de animales pequeños son vistos con frecuencia. Los accidentes también ocurren con ciervos, pero los resultados no son los mismos.
Un ciervo es notablemente más grande y más pesado que cualquiera de los animales que anteriormente mencionamos. Un venado cola blanca, que a pesar de ser delgado y de poca musculatura, puede ocasionar desgracias en carretera. No se diga ahora el encuentro con un alce.
El cruce de ciervos sobre carreteras puede ocurrir en cualquier parte del año; no obstante, hay meses donde esto se da de manera más frecuente por cuestiones migratorias o reproductivas. Similar a esto, las horas de mayor actividad para los cérvidos son durante el amanecer o atardecer, es decir, cuando las personas acuden a su trabajo o regresan de él.
Algunas recomendaciones para evitar colisiones con ciervos son:
– Averiguar qué tipos de cérvidos son comunes en la región donde vives.
Si llegas a colisionar con un ciervo nunca te acerques a él.
– Respetar los señalamientos que indican la presencia de ciervos; esto es, bajar la velocidad.
– Está comprobado que ir a 80 km/h o máximo 90 km/h en zonas permitidas, reduce la posibilidad de tener un accidente mortal. El tiempo de frenado es más efectivo que si se conduce a más de estos límites sugeridos.
– Si vas acompañado, pide que te alerten sobre la presencia de ciervos cerca de la orilla de la carretera. Esto obligará a que bajes de velocidad y evites un posible percance.
– Si frenas a muy poca distancia del ciervo, no trates de alejarlo con cambio de luces ni bocinazos. La confusión del animal puede hacer que vaya directo hacia tu vehículo.
– Si es posible, no manejes de noche o con mucha neblina. El reflejo de los faros sobre los ojos de un ciervo regular podrían ayudarte a reaccionar a tiempo, pero un alce, aparte de ser muy oscuro, es más alto que la mayoría de los autos estándar, por lo que no existe tal reflejo.
– Si llegas a colisionar con un ciervo nunca te acerques a él. No importa que sea una hembra y carezca de cornamenta. Una patada o un movimiento brusco del animal ya sea por reflejo o miedo, pueden herirte de gravedad.