Odocoileus virginianus
El ciervo o venado cola blanca es un bello ejemplar que representa al continente Americano con sus múltiples especies, las cuales se estima que son de 38 a 40.
Anatomía
Las crías de ciervo cola blanca son adorables. Estas poseen patas delgadas y cuerpos pequeños con redondeadas manchas blancas cubriendo toda su área dorsal. El cuello, las orejas y alrededor de los ojos presenta pelaje blanco que contrasta con el resto de su coloración; esta última característica la conserva toda la vida.
Una vez que llegan a la etapa adulta es cuando las diferencias entre sexos se hacen evidentes. Ni machos ni hembras conservan las manchas blancas cuando alcanzan la madurez. Pero a diferencia de ellas, los miembros masculinos desarrollan visibles cornamentas y mantienen una masa muscular mucho mayor.
Son de color marrón con combinaciones de blanco en diferentes áreas del cuerpo, sobre todo en la parte interna de las extremidades y la zona ventral. Algunos presentan piel rosada con una coloración totalmente blanca lo que se debe a la falta de melanina, por lo que se les denomina como albinos. El contraste de su color blanco con su entorno los hace muy visibles a los depredadores.
Esta especie cuenta con 38-40 subespecies distribuidas por América.
No son ciervos muy pequeños pero tampoco los más grandes. Los machos de Norte América pesan de 60 a 130 kg, sin embargo existen ejemplares que impactan con sus casi 160 kg de peso. Las hembras por su parte tienen un peso de entre 40 y 90 kg.
Los machos que se aproximan más a los trópicos tienen un peso máximo de 50 kg. y finalmente los que radican en el límite del lado sur tienen una piel más gruesa y suelen ser más grandes que los cercanos a los trópicos. En general, su longitud abarca de 1.8 a 2.4 m.
El ciervo de los cayos es la subespecie más pequeña.
Distribución y hábitat
Se distribuyen desde América del Norte hasta América del Sur. Siendo más específicos, abarcan desde el sur de Canadá hasta casi todos los Estados Unidos exceptuando parte de la zona oeste. Ocupan casi toda la República Mexicana, Centroamérica y algunas regiones de América del Sur como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Brasil y las Guayanas.
Actualmente se han introducido a países tan lejanos como Finlandia, Nueva Zelanda, Eslovaquia y República Checa.
Su hábitat está conformado por distintos climas y paisajes de acuerdo a la ubicación geográfica que ocupan. Viven en ambientes templados, subtropicales y semiáridos en donde se encuentran bosques de pino-encino, bosques-sabana, bosques de hoja caduca, sabanas, selvas, praderas y montañas.
Alimentación
Su hábitat les provee de todo tipo de vegetación que ellos necesitan para alimentarse. Según su ubicación, su dieta puede incluir brotes, ramas, hojas, semillas, hongos, líquenes, bellotas, frutas, heno, trébol blanco y musgos. Se dice también que son capaces de comer hiedra venenosa y pequeños ratones de campo. Son animales rumiantes, es decir, tienen un estómago de cuatro cámaras.
Se alimentan mayormente en horas crepusculares.
Comportamiento
Son tímidos, nerviosos y huyen rápidamente ante cualquier detección de peligro. Alcanzan hasta 48 km/h al momento de escapar pero eso no es lo único sorprendente: saltan tan alto como 3 m de altura y tan lejos como 9 m de distancia desde su punto de origen.
Pueden alcanzar hasta 48 km/h y saltan a 3 m de altura.
La mayor parte del tiempo permanecen en soledad, a menos que se trate de la época de reproducción y crianza. Realizan vocalizaciones como bufidos y silbidos a una intensidad elevada. Emiten un tipo de quejido cuando se encuentran heridos.
Reproducción
Este temporada inicia con la competencia entre los machos para tener preferencia ante las hembras reproductoras. En estos enfrentamientos son las cornamentas las protagonistas, pues las impactan entre sí hasta que uno de ellos se rinde y huye.
Los machos se aparean con varias hembras ya sea a finales de octubre o en el mes de diciembre y descuidan su alimentación y descanso, por lo que pierden condición física.
A los dos meses, una cría ya cuenta con un metabolismo de rumiante.
Las gestaciones tienen una duración de seis meses y medio y pueden nacer uno o dos cervatillos. Son capaces de levantarse breves minutos después y comer vegetación al poco tiempo. Las madres son muy protectoras y los esconden en la vegetación cuando tienen que ir a buscar alimento. A las cuatro semanas viajan con sus madres y a los dos meses ya tienen su metabolismo de seres rumiantes. Los machos permanecen con su madre un año y las hembras hasta dos.
Ambos sexos maduran al primer o segundo año de edad y tienen una expectativa máxima de 10 años. En cautiverio viven de 6 a 14 años.
Amenazas
Como enemigos naturales de los jóvenes está el lince, el coyote y el león de montaña o puma.
Con relación al ser humano, sus amenazas están representadas por la pérdida del hábitat y la caza. En algunas regiones su captura es controlada bajo una serie de permisos legales, pero esto no siempre es respetado por los cazadores furtivos que se aprovechan de la falta de vigilancia en algunas zonas.