La familia Cervidae cuenta con numerosas especies y subespecies en casi todos los continentes. La variedad es extensa: pequeños, muy grandes, con astas, blancos y ¡hasta con colmillos!
Recorrido por la vida de los ciervos: hábitos reproductivos, anatomía, características de su hábitat, enemigos naturales, estructura social, entre otros temas interesantes.
Numerosos planes de conservación han sido puestos en marcha para garantizar un futuro a las especies amenazadas, principalmente por invasión de hábitat y caza furtiva.
Introducción a los Ciervos
Los ciervos o cérvidos son una familia de mamíferos rumiantes que habitan en varios ecosistemas de la Tierra. Su variedad es numerosa; se estima entre 43 y 55 especies, aunque algunos autores creen que esas cifras cubre apenas la mitad.
América, Europa, Asia, una pequeña parte de África y ahora Oceanía, cuentan con ejemplares de diferentes tipos. El único continente desprovisto de ejemplares es la Antártida, un lugar que no cuenta con los elementos necesarios para su supervivencia.
Sus orígenes datan de hace aproximadamente 20 millones de años, con criaturas unguladas que poco a poco fueron adaptando su sistema digestivo al tipo de alimentación que los rodeaba, desarrollándose así, especies “mejoradas” que formaron parte de nuevas clasificaciones taxonómicas con interesantes desarrollos evolutivos.
No todo lo relacionado a los ciervos es de origen científico. En nuestra vida diaria podemos darnos cuenta que forman parte de obras literarias, danzas, ceremonias, leyendas, canciones, entre otras expresiones humanas. Cuando observamos a un pequeño cervatillo, los que conocen la película Bambi no pueden evitar hacer una relación mental entre ambas partes. Tal situación ocurre porque la gran mayoría de las crías de ciervo nacen con un pelaje adornado por motas blancas, tal como las del famoso Bambi, personaje principal de la novela con el mismo nombre escrita por Felix Salten, y que posteriormente fue hecha película por Walt Disney. Este clásico es parte de las principales muestras artísticas que involucran a los ciervos con nuestra cultura.
Estos bellos animales reflejan la parte noble y pacífica de la vida salvaje, pero su comportamiento se vuelve hostil cuando se sienten agredidos o acorralados, o también cuando están atravesando la temporada reproductiva. Un ciervo embiste, patea o hace uso de su arma más letal: las astas o cornamenta. Magníficas piezas óseas que pueden crecer desde 6 cm hasta 1.5 m de longitud, sino es que un poco más en algunos casos.
Cabe mencionar que no todos cuentan con vistosas cornamentas; especies como el venado acuático chino y los ciervos de la familia de los mósquidos, poseen un par de prominentes colmillos que utilizan para los combates entre machos y no para cazar como se podría pensar. Los muntíacos por su parte, presumen de contar con caninos puntiagudos y un par de astas cortas.
Como bien mencionamos, los conflictos entre ciervos se observan principalmente durante la temporada reproductiva, es decir, cuando están en celo. Los competidores son grandes machos con buena postura y cornamentas sanas muy bien desarrolladas, algo muy atractivo para las hembras. Al término de la batalla, las piezas rígidas pueden terminar casi intactas en el mejor de los casos; sino, acaban rotas, dañadas, o bien, atoradas con las del contrincante. No es muy frecuente la muerte de un ciervo luchando por alcanzar el máximo rango.
Pasando tal etapa de agresión, llega la calma. Las hembras se dedican a proteger a sus crías del peligro y a nutrirlos de leche cuando lo necesitan. Vocalizaciones, señales químicas y posturas corporales forman parte de la comunicación entre una madre y su recién nacido.
Los ciervos son muy vulnerables al ataque de los depredadores, y más cuando se encuentran en etapa lactante. Felinos, lobos, osos, aves, entre otros tantos carnívoros, encuentran en ellos una abundante y nutritiva fuente de alimento. No es fácil capturar a un ciervo, pues sus sensibles sentidos lo hace huir a toda velocidad; sin embargo, sus enemigos aplican las mejores estrategias para asegurar un estómago lleno. Básicamente, sin estas criaturas rumiantes el equilibrio ecológico se vendría abajo, pues un largo listado de animales salvajes dependen de ellos para sobrevivir.
Los depredadores naturales no son de lo único que se tienen que cuidar. Existe una especie más hostil y sobre todo invasora, que ha provocado que más de una especie se mantenga en el risco de la extinción. Por supuesto que hablamos de nuestra propia especie.
En el texto sobre la caza de ciervos podrás conocer las diferentes posturas que mantienen en polémica dicho tema. Ya sea deportiva o furtiva, grupos de conservación hacen lo posible por proponer ideas tanto para que regulen el exceso de población de algunas especies, como para que protejan legalmente a las más amenazadas.
Por si fuera poco, la urbanización también representa una seria preocupación. La construcción de muelles, viviendas, edificios, carreteras, etc., obliga a los sobrevivientes a buscar nuevas tierras con alimentos desconocidos y probablemente, menos nutritivos, lo que a su vez, permite la entrada a generaciones con baja calidad genética. Esto es tan solo un ejemplo de las afectaciones que modifican las etapas de su ciclo de vida.
No está de más informarnos sobre las problemáticas que mantienen en riesgo a varias especies de cérvidos. No esperemos a que sea demasiado tarde o a que alcancen un estado de conservación crítico como el ciervo del padre David (Elaphurus davidianus) que por una reacción tardía ya no vive en libertad; ahora unos cuantos ejemplares se mantienen en espacios protegidos pero injustamente limitados.
Datos sobre el ciervo
- El alce es el representante más grande de la familia de los cérvidos.
- Los caribúes son los únicos cérvidos que desarrollan astas en ambos sexos.
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