Los ciervos son animales que constituyen una parte muy importante en la cadena alimenticia de varios animales carnívoros de diferentes ecosistemas.
A pesar de que el ciervo es hábil y se mantiene siempre alerta gracias a sus desarrollados sentidos, para los expertos cazadores salvajes resulta una presa fácil, especialmente los cervatillos, los heridos o enfermos. Los grandes alces, ciervos rojos y otras especies con excelente salud, gran tamaño y cornamentas rígidas y peligrosas, son los menos vulnerables a la depredación, pues derribarlos resulta difícil y agotador hasta para el más hambriento.
Algunos de sus depredadores más comunes son:
Felinos
Aquí entran los tigres, linces, pumas, jaguares, caracales, ocelotes y guiñas. Es casi imposible que alguien salga librado de la fuerza y agilidad de los felinos, y menos cuando poseen poderosos colmillos y garras que provocan serias y profundas heridas.
Los tigres son hábiles y veloces, incluso para capturar a sus víctimas dentro del agua.
Los tigres recurren a las persecuciones, pero también pueden cazar por emboscada tal como los linces y pumas escondiéndose en la vegetación hasta esperar el momento perfecto para lanzarse sobre el individuo, morder la garganta y matar por asfixia. Los tigres son hábiles y veloces, incluso para capturar a sus víctimas dentro del agua.
Los pumas tienen la capacidad de realizar largos saltos muy precisos para derribar en el aire. Los linces, ocelotes y caracales son expertos en cazar ciervos jóvenes y cervatillos.
Las guiñas (Leopardus guigna) que son más pequeñas, cazan durante la noche pequeños animales, entre ellos el pudú, mamífero de corto tamaño y poca defensa.
Los jaguares, poseedores de la mordedura más fuerte de todos los felinos, cuentan con técnicas de caza impecables. Corren a gran velocidad, realizan saltos sorprendentes, sus poderosas garras sostienen a la presa y sus colmillos son capaces de perforar hasta el hueso. ¿Qué más necesitan los felinos para ser perfectos en la caza? En resumen, ellos representan las amenazas naturales más comunes de los cérvidos.
Lobos, coyotes y zorros
Después de los felinos pasamos a otros cazadores de primer nivel que pertenecen a la familia de los cánidos. Los coyotes suelen atrapar pequeños ciervos que se encuentran en etapa de lactancia o débiles con poca resistencia para correr.
Los lobos cazan en manadas muy bien estructuradas y organizadas, sin importar que sean grandes ciervos.
Los lobos por su parte, cazan en manadas muy bien estructuradas y organizadas. Soportan mucho tiempo corriendo en terrenos accidentados e incluso en la nieve. Una vez que su presa baja la velocidad y cae agotada, no hay manera de que pueda salvarse. No son escenas muy amables, pero es parte del ciclo de vida natural.
Los zorros son conocidos mundialmente por su astucia y agilidad para saltar y atrapar en cuestión de segundos. La especie Lycalopex griseus mejor conocida como chilla o zorro gris, incluye en su variada dieta al ciervo pudú.
Osos
Los osos son poderosos mamíferos muy fuertes, agresivos y territoriales. Sus hábitos omnívoros (de la gran mayoría) les permiten digerir vegetación y carne de animales disponibles en su hábitat.
A pesar de tu tamaño y peso tienen la habilidad para correr y sostenerse en sus dos patas traseras. Si a eso le aumentamos las enormes y mortales garras que poseen, quedan muy pocas probabilidades para que un ciervo salga con vida. Los osos negros y pardos son frecuentes cazadores de cérvidos.
Aves rapaces diurnas
Si has tenido el honor de conocer a un ave rapaz en vivo y a todo color, sabrás que son animales sumamente fuertes e impresionantes. Si no las conoces, solo imagínate a aves con rígidos y muy puntiagudos picos, garras filosas en forma de ganchos, excelente capacidad visual, alas enormes y la fuerza suficiente como enfrentar a animales con más peso que ellos.
Logran derribar ciervos pequeños con ayuda de las garras y también pueden mantener el equilibrio en el aire mientras hieren la piel de su víctima. Finalmente con el pico terminan por aniquilar a su presa.
Después de este listado nos damos cuenta de que los ciervos tienen a los depredadores más feroces de la Tierra, y que sobrevivir en su estado natural no es tarea fácil, nada fácil.